Y es entonces que las noches lluviosas,
me hacen sentir sola y con ganas de escribir,
esas cosas que nunca antes he podido decir,
esas frases que solo en soledad salen de mi,
esa unión de letras que antes no formaban parte de mi existir.
La lluvia me acompaña y me dice que no deje de pensar en ti,
que algún día voy a poder ser feliz,
contigo, sin ti;
o simplemente estando con alguien que sepa hacerme sonreír,
la lluvia cae sobre ese vidrio,
el que separa mi realidad de ti,
cae sobre el silencio que existe entre tu y yo...
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