Un poema improvisado
Sus ojos marrones, se unieron a mis sentidos,
el sutil toque de su mano, golpeó cálidamente mi hombro,
sonreí, y el sonrió,
nos fundimos con una simple mirada, nos flechamos,
rápidamente, como lo hace el tiempo,
como cuando, el amor, crece velozmente en tu corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario